El clima de negocios influye en las exportaciones por habitante

Singapur y Hong Kong se destacan entre las economías más enfocadas en las exportaciones, con cifras que superan los 70 mil dólares por persona al año. Esto se debe a su fuerte apertura al comercio internacional y a una oferta variada que incluye productos electrónicos, químicos; y, en el caso de Singapur, petróleo refinado.

Irlanda y Suiza también registran altos niveles de exportación per cápita, impulsados sobre todo por las industrias farmacéutica y química que ofrecen productos de alto valor agregado. Taiwán y Corea del Sur, por su parte, basan una parte importante de su economía en la exportación de componentes tecnológicos, especialmente semiconductores.

En contraste, países como Chile y Uruguay presentan un valor de exportaciones per cápita más bajas debido a que sus exportaciones se centran en materias primas, como cobre y frutas en el caso de Chile; y sulfato de leña química y arroz en el caso de Uruguay.

Según el Índice de Libertad Económica 2024, Singapur se califica como el país más libre del mundo. Se distingue por sus bajos impuestos, un alto respeto a la propiedad privada, libertad de comercio y de negocios.

No es casualidad que los países con mayores exportaciones per cápita se encuentren entre los que muestran mayor libertad económica. Dichos países se suelen destacar por su baja carga fiscal a las empresas. En Irlanda, por ejemplo, el impuesto sobre la renta corporativa es de 12.5% y en Singapur es de un 17% y tampoco existe el impuesto sobre ganancias de capital.

Economías como la de Singapur, Suiza, Irlanda o Taiwán comparten un entorno muy favorable para los negocios, tanto en términos fiscales como regulatorios. Esto atrae inversión extranjera y facilita el crecimiento de un entorno empresarial que lleva a la exportación de bienes de alto valor agregado. En cambio, muchos países latinoamericanos, entre ellos República Dominicana, siguen dependiendo de exportaciones basadas en recursos naturales con poco valor agregado, lo que no es necesariamente negativo, pero limita el desarrollo de la economía.