CREES

Autor: Ernesto Selman

 

Extractos de artículo publicado en la columna del autor "Economía de Mercado" en la revista Forbes República Dominicana.  Edición de junio, 2014.

 

En su rol como emprendedor, el ser humano actúa guiado por las ganancias empresariales que pueda obtener y las pérdidas que puedan presentarse.  Los emprendedores están expuestos a las decisiones de los consumidores (las masas) en base a sus propios criterios de valoración y preferencias individuales.  Si algunos emprendedores no reciben el beneplácito de los consumidores en sus compras, se presentan pérdidas empresariales.  Las pérdidas empresariales cumplen un rol muy importante en el desenvolvimiento económico y la calidad de vida de las personas; muchos han desestimado la función social que cumplen.

 

Consumidores no satisfechos

El fin de todo proceso productivo es el consumo. En la economía de mercado las personas tienen la libertad de valorar, aceptar o rechazar, voluntariamente, lo que se les ofrece.  Cuando los consumidores se abstienen de comprar ciertos productos, al elegir otros, revelan sus valoraciones y preferencias.  Las pérdidas empresariales indican que los emprendedores no están complaciendo a los consumidores y por eso no adquieren sus productos; ya sea por razones de calidad, funcionalidad y/o precios, entre otros factores.  Hemos usado el ejemplo de Research in Motion (RIM) que asumió importantes pérdidas en 2013 por no satisfacer a usuarios de “teléfonos inteligentes” con sus productos BlackBerry.

 

Mal aprovechamiento de recursos limitados

Cuando se habla de eficiencia económica se indica que los recursos escasos están asignados en procesos productivos que resultan en bienes y servicios que los consumidores valoran y están dispuestos a pagar por ellos.  Cuando los emprendedores producen cosas que los consumidores rechazan significa que recursos limitados o factores de la producción no se están empleando de la mejor manera.  Se presenta una mala asignación de recursos escasos en la economía, que implica menor productividad de los factores de la producción.  Todo ello se traduce en bajos ingresos y peor calidad de vida. 

 

Emprendedores: ¡trabajen mejor para las masas!

Al momento de asumir pérdidas empresariales se busca cambiar el curso de acción.  En este sentido, el emprendedor procura corregir cualquier error y modificar calidad, funcionalidad y/o precios para brindar bienes y servicios valorados por las personas.  Esto provoca que emprendedores revisen todo su proceso productivo para atraer a clientes: tecnología, funcionalidad de productos, uso de los factores y estructura de costos, entre otros.  Para satisfacer a consumidores y tratar de obtener ganancias empresariales se busca mejorar procesos productivos.  De esta forma, se aprovecharían mejor los recursos escasos en la economía; esto se traduce en mayor productividad e ingresos de las personas.

 

¿Bancarrota?

Si los emprendedores no son capaces de corregir el curso de acción que generan pérdidas empresariales, terminan en bancarrota.  La insolvencia o bancarrota es la amenaza más importante que enfrenta todo emprendedor; su patrimonio (y de su familia) está en juego.  En ese momento los pasivos son mayores que los activos y no se cuenta con capital para seguir funcionando.  El siguiente paso del emprendedor es “liquidar” o vender activos a descuento para enfrentar, lo más que pueda, pasivos que quedaron en su balance general.  Otros emprendedores que sí están satisfaciendo a consumidores terminan comprando esos activos a precios de “liquidación.”  Eso significa que hay una reasignación de recursos limitados en la economía para que éstos se aprovechen mejor en procesos productivos que resultan en bienes y servicios que satisfacen a “las masas”. 

 

Conclusión

La economía de mercado es el único sistema económico de organización social que se invierte y se trabaja para satisfacer al prójimo; se asumen altos riesgos con la esperanza de obtener una recompensa a cambio.  Ese sistema introduce los incentivos correctos para que los procesos de producción se dirijan a satisfacer las necesidades y demandas más urgentes de las personas.  Además, obliga constantemente a que los emprendedores aprovechen mejor los recursos limitados dirigiéndolos donde se produce lo que realmente se valora. La historia demuestra que, bajo un orden institucional equitativo y competencia abierta, la economía de mercado promueve mejor calidad de vida para la especie humana. 

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