
Gasto per cápita del Gobierno Central de la República Dominicana
El gasto público en la República Dominicana ha experimentado un crecimiento significativo a lo largo de las últimas décadas, pasando de US$768.8 millones en 1990 al monto ejecutado en 2024, que ascendió a 23,726 millones de dólares. Este incremento refleja un Estado que ha ampliado su presencia en la economía, financiando su expansión principalmente a través de impuestos y deuda. Sin embargo, no necesariamente mayor gasto público se traduce en mayor bienestar, ya que este proviene de recursos que podrían estar disponibles para los ciudadanos y las empresas.
Si llevamos este gasto a cuanto le cuesta a cada ciudadano, este pasa de 107 dólares por persona en 1990 a 2,197 dólares en 2024, lo que refleja un crecimiento de 1,912% lo que equivale a 20 veces lo que fue en 1990. Es importante evaluar si este gasto se traduce en beneficios tangibles en servicios e infraestructura o si simplemente amplía el tamaño del gobierno sin un retorno proporcional.
El aumento constante de la deuda pública, como resultado del crecimiento del gasto, presenta desafíos significativos. Este incremento no solo complica el pago de los compromisos ya adquiridos, sino que obliga al país a incurrir en más endeudamiento para cubrir las necesidades fiscales, generando un círculo vicioso. Este escenario de las finanzas públicas limita las oportunidades para la inversión privada, que es fundamental para la creación de riqueza y empleo productivo, y deja al país más vulnerable ante posibles crisis económicas internacionales.
En República Dominicana, debe existir una mejor gestión en donde no continúe incrementando el gasto y el mismo sea sometido a un análisis costo beneficio, en el que se evalúe la importancia del gasto y luego se mida el impacto económico y social que genere; es decir que es necesario una evaluación previa y posterior para medir la efectividad del gasto. Lo recomendable es que dichas evaluaciones sean llevadas a cabo por instituciones independientes.
En lugar de depender de un gasto público cada vez más alto, es necesario que se desarrollen políticas que promuevan un clima de negocios competitivo y atractivo, al reducir barreras burocráticas y promover un mejor entorno para poder vivir y hacer negocios en la República Dominicana. Y en consecuencia, se incrementan los ingresos promedio de los dominicanos y por medio de diversificación de las fuentes de desarrollo, promoviendo un modelo económico en el que la riqueza se genere a través de actividades productivas.
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